18 nov 2015

EL ORACULO DEL MAL

Si hubiera de citar muestras ficticias del Mal, sin el menor matiz (máscara) que obstaculice la percepción de su esencia, solo se me ocurren dos. Tolkien nos ofrece en el Silmarillion una poética metáfora del Mal en Ungoliant, más algo tan abstracto requiere un exégeta agudo para aprehenderlo. Orwell en 1984 nos ofrece a O'Brien, una muestra tan evidente que hasta el menos intuitivo de los lectores debería ser capaz de captarlo: