Bautismo.
"Y acercándose Jesús les dijo: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; id pues y enseñad a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Mateo 28,18-19.
Confirmación.
"Cuando los apóstoles oyeron cómo había recibido Samaria la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan, los cuales bajando, oraron sobre ellos para que recibiesen el Espíritu Santo, pues aún no había venido sobre ninguno de ellos; sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo". Hechos 8, 14-17.
Eucaristía.
"Tomando pan se los dio diciendo: ´Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros, haced esto en memoria mía.´ Así mismo el cáliz... diciendo: ´Este es el cáliz de la Nueva Alianza en mi sangre que es derramada por vosotros´ ". Lucas 22, 19-20.
Confesión.
"Diciendo esto sopló y les dijo: ´Recibid el Espíritu Santo, a quien perdonéis los pecados les serán perdonados, a quien se los retuviereis, les serán retenidos´ ". Juan 20, 22-23.
Unción de los enfermos.
"¿Alguno entre vosotros enferma? Haga llamar a los presbíteros de la Iglesia y oren sobre él, ungiéndole con el óleo en el nombre del Señor". Santiago 5,14.
Sacerdocio.
"Les constituyeron presbíteros en cada iglesia por la imposición de las manos, orando y ayunando y los encomendaron al Señor". Hechos 14, 23.
Matrimonio.
"En cuanto a los casados, el precepto no es mío sino del Señor, que la mujer no se separe del marido y de separarse, que no vuelva a casarse o se reconcilie con el marido y que el marido no repudie a su mujer". 1 Corintios 7, 10-11.
La Misa.
La Santa Misa, el sacrificio y banquete de la Eucaristía, es acto central de la Iglesia Católica y el acto supremo de culto a Dios.
El mismo Cristo que se ofreció a sí mismo una vez en el altar de la cruz, está presente y se ofrece en la misa. No es otro sacrificio, ni es una repetición. Es el mismo sacrificio de Jesús que se hace presente, pero incruento porque no hay derramamiento de sangre. Es una representación del Calvario, memorial, aplicación de los méritos de Cristo.
Cristo está presente en el cielo y también en el altar, y se entrega hoy al Padre como el Viernes Santo.
La Misa es un sacrificio de propiciación: "aplaca" la justicia divina por nuestros pecados.
La Misa es un memorial: se conmemora la muerte de Jesús, pero no como un recuerdo psicológico, sino como una realidad mística. Cristo se ofrece a si mismo tan realmente como lo hizo en el Calvario.
La Misa es un banquete sagrado: el mismo Cristo que se ofrece, lo recibimos en la Eucaristía.
La Misa es el medio principal que Dios ha establecido para aplicar los méritos que Cristo ganó en la Cruz para toda la humanidad.