Tomás de Kempis
Bienaventurada la simplicidad,
que deja la senda de las cuestiones dificultosas y va por el camino llano y firme de los mandamientos de Dios.
Muchos perdieron la devoción, queriendo escudriñar las cosas altas.
Fe te piden y buena vida; no alteza de entendimiento ni profundidad de los misterios de Dios.
Si no entiendes, ni alcanzas las cosas que están debajo de tí, dime
¿cómo entenderás lo que está sobre tí?
Dios no te engaña; mas el que se cree a sí mismo demasiadamente es engañado.
Dios con los sencillos anda, descúbrese a los humildes, da entendimiento a los pequeños...
La razón humana flaca es y puede engañarse; mas la fe verdadera no puede ser engañada...
Dios anda con los sencillos, se manifiesta a los humildes y da inteligencia a los pequeños;
ilumina la mente de las almas puras y esconde su gracia a los curiosos y a los soberbios
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