1 sept 2011

Tres motivos para no divorciarte

Fuente: Catholic.net

1. ¿Estás dispuesto a dar la vida por tu hijo? Si un asesino entra a tu casa para hacer daño a tus hijos, ¿tú qué harías? ¿Darías la vida con tal de salvar a tus hijos? El divorcio es ese asesino que entra a tu casa para dañar a los tuyos. Cuando se presente la tentación del divorcio será el momento de dar la vida por tus hijos. No seas tú ese maleante que lastime a tus seres queridos. El divorcio es el cáncer de la sociedad. Es la bomba atómica de la felicidad familiar y personal.

2. “Haz a los demás lo que quieras que hagan contigo”. Si a ti, como hijo, no te hubiera gustado que tus papás se separaran, no le hagas eso a tus hijos.

3. Cambiar de actitud es la respuesta. No es necesario cambiar de pareja, sino cambiar de actitud. La solución no está en una tercera persona, sino en cambiar tú mismo. Toda convivencia a la larga trae problemas, pero mil problemas nunca deben hacer una duda de perseverar en el compromiso adquirido.

En ocasiones el divorcio es inevitable porque entra en juego la libertad de dos personas; basta que uno quiera marcharse para que la separación sea inevitable. Hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para evitar una ruptura matrimonial. Para perseverar en el amor matrimonial hasta le muerte es preciso el consejo de las “3 des”: Dios, Diálogo y Detalles.

Sin duda alguna unas reflexiones muy acordes a nuestro tiempo y que merecen la pena pensárselas. Las nuevas modas destruyen y separan las familias. De esta manera la cohesión a nivel nacional es mucho menor, empeorando (o acabando) con el sentimiento de unidad. No se equivocaban quienes señalaban la familia como el pilar y unidad básica de la sociedad...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El divorcio entre católicos me parece algo horrible, no así entre los que se casan por el juzgado. Estos últimos consideran al matrimonio un acuerdo jurídico, pero para los católicos el matrimonio es un juramento sagrado ante Dios. Por lo tanto, me resultará indiferente un divorcio siempre y cuando no sea entre católicos.

Serk1492 dijo...

Coincido en que el divorcio de un matrimonio católico es fatal, porque se falta sobre todo a la palabra dada. Supongo que será fruto de la "descristianización" de los sacramentos.
Hace un par de años acabaron de construir en mi localidad una "iglesia" protestante que estaba justo en frente de una católica. Lo "mejor" es que si no llega a ser por las letras por fuera parece un gimnasio o un concesionario.

Yo veo el divorcio algo negativo en todos los aspectos. Todo ataque que ponga en peligro el núcleo familiar es malo. Independientemente de que sea civil o religioso sigue siendo -aunque no siempre- la destrucción de una familia en caso de divorcio.

¿Será el hedonismo que nos inculcan?

Anónimo dijo...

El matrimonio es algo que ahora se considera menos en serio por la posibilidad de que puede ser absuelto. Sin embargo, repetiré una y mil veces que en el caso de los católicos es más grave, ya que se jura ante Dios; mientras que los "progres" del matrimonio civil tan sólo firman un contrato (de estos se puede dar por supuesto que, si no valoran el matrimonio, mucho menos van a valorar a la familia).

PD: en mi pueblo yo he visto una iglesia evangelista en una antigua tienda de botes de pintura. Y ahí lo único que tienen es un cartelito encima de la puerta (como si siguiera siendo una tienda) y un papel con el horario en un cristal).