Queridos hermanos y hermanas:
Hoy quiero continuar la reflexión sobre la oración como algo intrínseco al hombre. Es verdad que Dios parece fuerte en el horizonte de muchos, pero al mismo tiempo se ve un despertar del sentido religioso que no ha desaparecido por más que tantos lo vaticinaran. Es que el hombre a pesar de haber herido la semejanza con Dios por el pecado, conserva el deseo de aquel que lo llama a la existencia. Todas las religiones testimonian es búsqueda fundamental, por eso no hay ninguna gran civilización que no haya sido religiosa. El hombre ha sido creado por Dios y para Dios. Tiene su imagen impresa en su ser y por eso anhela la luz que le permite responder al sentido profundo de la existencia, una respuesta que no está en las ciencias empíricas. Así la oración es expresión del deseo que el hombre tiene de Dios. No una mera fórmula, sino una actitud honesta delante de Dios. Radicada en los más profundo de cada uno, es el lugar de la gratuidad, de la atención hacia lo inefable. Es un desafío, pues en ella el hombre toma conciencia de sí mismo y de su situación ante Dios. Se pone de rodillas, incluso físicamente, pero no a la fuerza como el esclavo, sino espontáneamente reconociéndose débil y pecador, y dirige su mirada hacia el Misterio con Esperanza. Es a la vez un don, pues es ante Dios que se revela y la respuesta del hombre se convierte en relación íntima con él.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española (...). Os invito a que entrando en el silencio de vuestro interior aprendáis a reconocer la voz que os llama y os conduce a lo más íntimo de vuestro ser, para abriros a Dios, que es amor infinito.
2 comentarios:
Desde luego no le falta razón.
Pienso que todas las creencias son respetables (incluyo el "no creer en nada"), pero el ateísmo (disfrazado hoy de laicismo) es destructor, mayormente. Abandera una visión materialista y simplista.
Aunque yo no soy católico, creo que el papa emérito tiene mucha razón en lo que dice (de hecho B16 me agradó por su intelectualidad que tanto molestó al populacho): entendamos que dado que Dios creó al hombre a Su Imagen y Semejanza, lo hizo Trino, con Cuerpo, Alma y Espíritu. Negar las dimensiones no materiales como hace el ateísmo denuncia una atrofia respecto a la armonía del Adam Kadmon. Incluso la ciencia profana ha demostrado, por resonancias magnéticas, que los ateos tienen una menor actividad neuronal que los creyentes en ciertas zonas del cerebro relacionadas con la fe, la imaginación y la creatividad, mientras que en el resto de funciones no hay diferencias significativas: esto prueba que son los ateos y no los creyentes los que tienen una deficiencia, una atrofia, semejante a la ceguera o la sordera. Esto por supuesto no implica faltar a nadie por ser ateo, pero sí refutar con firmeza la falsa superioridad intelectual que muchos de sus heraldos pretenden. De hecho, una de las razones de la colonización esotérica de Occidente por parte de las religiones orientales es la necesidad de llenar un vacío que el ateísmo deja en las almas sensibles: de ahí que para tratar de conservar la corrección política muchos digan que el budismo no es una religión por ser panteísta, lo cual es absurdo: no se necesita una concepción de Dios como un Ser específico y antropomórfico para concebir algo más allá de lo material, y desde el momento en el que esto se manifiesta con algún rito o fórmula (como los mantras o la meditación) podemos hablar de religión.
Saludos cordiales y Viva Cristo Rey
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