5 ago 2011

Templanza

La TEMPLANZA es la virtud que regula la búsqueda del placer y el uso de los bienes. 

 
Dios quiso también que el hombre tuviera PLACER, es decir que disfrutara, que gozara de todo esto que Él había creado.
Sin embargo, el uso de los bienes y la atracción al placer debe hacerse con medida, no con exceso.
La TEMPLANZA es lo que te ayuda a ser equilibrado.

Nuestro Señor quiso que sus hijos conociéramos el placer, el placer de la vida que había creado.
Y es que la vida es un regalo, una gran aventura.
Dios nos da un libro en blanco para que nosotros escribiéramos nuestra propia historia.
¿Qué héroe no ha pasado por sufrimientos, no ha cometido errores, o incluso ha estado en un punto que no podía ni tan siquiera empeorar más? 
Sin embargo, Nuestro Señor nos ofrece su mano, su comprensión.
Dios quiso que disfrutáramos de los placeres de la vida, que pidiéramos perdón por nuestros errores, que lucháramos por aquello que creíamos justo, que viviéramos con nuestra gente,
en definitiva, que tuviéramos una vida sencilla, pero feliz.
Templanza. Prudencia.
Salud, hermano.

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